martes, 13 de enero de 2009

Hojas de Olivo


Justificar masacres de gente inocente en nombre del fin del terrorismo no es más que permitir el peor de los terrorismos, el terrorismo de estado.

El pueblo Palestino lleva años de años siendo dominado y maltratado. Su dolor es causado, ironicamente, por un pueblo que también sufrió muchísimo. No soy capaz de explicar este fenómeno, que no es el de la introyección del verdugo, o el de Estocolmo.

Desde mi subjetividad crítica, puedo ver que el gobierno gringo y la Onu son cobardes y sospechosos, ya sea por callar, por retirar ayuda, por no ayudar lo suficiente o por involucrar sus propios intereses.

Pero no sé lo suficiente sobre la guerra, no la he vivido, ni de lejos. Solo sé que esos niños, mujeres y varones que mueren se parecen mucho a nosotros. El mismo color de piel, los mismos ojos. Quizás idealizo una cultura árabe que aprendí a querer en Las Mil y una Noches. Quizás solo es lo que es; terror sin límites.

Moshe Dayan dijo:"más peligroso es Darwish que un bombardeo árabe". Y como mis palabras son pocas y torpes, copio a este poeta, uno de los mejores, que no sólo habla de la patria, pero esta vez sí. Porque también podríamos ser Palestina.

Carnet de identidad

Mahmud Darwish (1941-2008)
trad: V. H. Velázquez


Escribe: árabe palestino,
número tres cero cinco mil,
ocho hijos...el noveno
nacerá este verano...

¿Te tomas la molestia?
Escribe: árabe palestino,
trabajo con los míos
en aquella cantera,
y saco de las piedras
el pan, ropas, cuadernos...
No mendigo a tu puerta,
tampoco me prosterno ante tu umbral...

¿Te tomas la molestia?
Escribe: árabe palestino,
con un nombre común,
y muy paciente
en un país que está hirviendo de cólera...
Mis raíces
se hunden en los siglos,
antes del inicio de los tiempos
y aún los vegetales...
Mi padre, es familia del arado,
no de los banu-Nujub:
mi abuelo fue labriego
sin alcurnia ninguna.
Mi casa es una choza de cañas y ramadas.

¿Satisfecho?
tengo un nombre común.
Escribe: árabe palestino
de cabellos muy negros,
y los ojos castaños...

¿Señas particulares?
Un kuffiah en la cabeza
con turbante...
Son ásperas mis manos:
raspan a la que estrechan.
Me gustan
el aceite de olivo
y el tomillo...

¿Dirección?
Una aldea
perdida y arruinada,
con sus calles sin nombre,
sus hombres trabajando
el campo o las canteras...

¿Te tomas la molestia?
Escribe que soy árabe,
árabe palestino,
que tú me has despojado
las viñas de mi abuelo
y la tierra que araba con mis hijos.
Que sólo nos dejaste
estos pocos guijarros
que también tu gobierno
ha de tomar,
también...
Como te digo,
escribe... !vámos!...
en la primera página, muy claro:
que no aborrezco a nadie,
que a nadie le hago daño...
Pero si me despojan,
si me hacen pasar hambre...
ponlo esto muy claro:
como la carne de aquel que me despoja.
Ten cuidado...
Cuídate de mi hambre,
cuídate de mi ira,
de mi furia!

No hay comentarios:

Publicar un comentario